En esta obra, Millán denuncia las múltiples formas de violencia estructural que azotan a los pueblos indígenas, desde el genocidio hasta el ecocidio, pasando por el epistemicidio que borra las cosmovisiones ancestrales. Su concepto de "Terricidio" no solo abarca la destrucción de la naturaleza, sino también la violencia simbólica que se ejerce sobre las culturas originarias, los saberes y las identidades que estas representan.
Con una mirada crítica al sistema capitalista y colonial que ha dominado los territorios indígenas, Millán propone una revolución telúrica, una utopía que aspira a reconfigurar nuestra relación con la Tierra y los pueblos originarios. Esta revolución se basa en la necesidad de rescatar un modelo civilizatorio que valore la vida, el cuidado de la naturaleza y la diversidad cultural. Terricidio invita a repensar nuestras estructuras sociales, a cuestionar la narrativa colonial y a caminar hacia un futuro más justo, equitativo y en armonía con la Madre Tierra.