En este segundo volumen de sus memorias, Sakine Cansiz relata con crudeza y lucidez los once años que pasó en distintas prisiones turcas tras su detención en 1979. Figura fundadora del PKK y referente del Movimiento de Mujeres Kurdas, Cansiz ofrece un testimonio íntimo y político sobre la resistencia en condiciones extremas, especialmente en la prisión de Diyarbakir, conocida por su brutalidad tras el golpe militar de 1980. A través de su experiencia como mujer, kurda y revolucionaria, describe las torturas, la represión sistemática y el papel fundamental de la solidaridad entre presas. Este volumen no solo denuncia la violencia estatal, sino que también reivindica la dignidad, la fuerza colectiva y el compromiso político como herramientas de supervivencia y transformación.
Con un lenguaje directo y sin concesiones, la trilogía Toda mi vida fue una lucha es una narración imprescindible para entender las raíces del movimiento de mujeres kurdas y una poderosa lección sobre resistencia, cuerpo y libertad.