Los videojuegos son cada vez más importantes en nuestra vida cultural y su impacto se extiende a muchos aspectos de la vida cotidiana: el consumo, la formación de comunidades, el desarrollo identitario. A partir de datos empíricos actualizados y producidos especialmente para esta investigación, este libro no solo explora la cultura de los videojuegos en la contemporaneidad sino que también considera la forma en que los videojuegos proveen una perspectiva importante sobre la fase moderna de la cultura digital y participativa, los patrones de consumo y formación identitaria, la modernidad tardía y las racionalidades políticas contemporáneas.