El día que me desconecté de Matrix comprendí que los cuentos, entendidos como relatos construidos por personas adultas para inculcar su realidad a niños y niñas, también están contaminados por esa visión patriarcal, religiosa y heterosexista que lo impregna todo. Ese día me puse a escribir Relatas, un conjunto de historias difíciles de clasificar con un único denominador común: sus protagonistas son mujeres lesbianas que se enfrentan a la cruda realidad de descubrir que continúan luchando solas contra una discriminación que sigue viva, aunque muy sutil, a principios del siglo XXI. Poco importa que la palabra «homosexual» ya no sea definida en términos patológicos en nuestros días; algunos y algunas, bastantes más de lo que pueda parecernos, siguen pensando que las lesbianas somos enfermas dispuestas a contagiar al resto de la población a través de miasmas. Desengañémonos, la igualdad plena y la no marginación por orientación sexual están lejos de alcanzarse. El camino es largo y en ocasiones penoso, y sin duda lo recorreremos mejor si somos capaces de reírnos, aunque solo sea un poco, de nosotras mismas y de todo lo que nos rodea.
«Carme Pollina es ansiosa, rebelde, protestona y contestataria. A su favor, hay que reconocer que tiene un sentido del humor tan picante como poco habitual. Tendréis ocasión de comprobarlo en cuanto entréis en sus Relatas, estas historias extrañas de mujeres atípicas, que dibujan un universo paródico en donde el absurdo, como de costumbre, nos invita a reflexionar y, en el mejor de los casos, a emprender acciones...» Isabel Franc