Mina no quiere hablar, Mina no quiere comer…, empieza a sonar música…
Belén Gopegui y Natalia Carrero nos presentan a Mina, la niña protagonista de esta historia contada en dos tiempos de su infancia.
Belén pone letra a esta melodía gamberra que narra los loquísimos vaivenes emocionales de Mina, sus desafíos, miedos y juegos. Pero como Mina también es la parte del lápiz que pinta, puede saltar por la página, dibujar, escribir y construir ella sola todo un mundo oscuro y brillante, con espirales, carreteras, montañas y picos cada vez más afilados, tanto como la punta de su mina, pero ¿qué pasa si de pronto hace crack y se rompe?
Las ilustraciones de Natalia garabatean a su bola esta montaña rusa emocional, se salen de las líneas, rompen las reglas, despejan exclamaciones y entran en el espíritu libre de Mina, en su ligereza, hasta más allá de cualquier desenlace.
A fin de cuentas, ¿no será que todo fin es un posible comienzo?