Podría pensarse que, al igual que nosotros, todas las generaciones pasadas han tenido ante sí un futuro hacia el que orientaban su vida. Y, sin embargo, el hecho es que la idea del futuro es aún relativamente joven; no se formó, en Europa occidental, hasta los siglos XVI y XVII y está estrechamente relacionada con un concepto novedoso de la historia que, por vez primera, concibió el devenir histórico como un proceso coherente de la evolución de la humanidad.
En esta obra seminal Lucien Hölscher muestra cómo la vida presente se ha ido orientando cada vez más hacia el futuro, un proceso cultural cuyo punto culminante parece haberse sobrepasado. Las malas experiencias con las utopías sociales y la creciente crítica al progreso técnico han conducido a un escepticismo sobre el futuro que está muy extendido en nuestros días. Hoy se ha vuelto cuestionable, incluso, si el futuro del siglo XXI será todavía apropiado para abrir un espacio en el que puedan realizarse fines políticos y culturales de la humanidad.
Nunca la historia del futuro en Europa se ha expuesto con una claridad, intensidad y perspectiva semejantes. Una obra magnífica que complementa la tradicional historia del pasado con el fascinante aspecto de su cambiante autopercepción en el espejo del futuro.
También el futuro tiene su historia.